No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Este Rosario lo hacemos junto a María Reina de la Paz, pidiéndole a ella que interceda ante el Padre del cielo, por Jesucristo el Señor y por obra y gracias del Espiritu Santo, para que sea Revelada una Cura del cáncer a la humanidad.
Al final de cada casa del Rosario decir la siguiente Jaculatoria:
MARIA REINA DE LA PAZ, RUEGA POR NOSOTROS Y PARA QUE SEA REVELADA LA CURA DEL CANCER A LA HUMANIDAD.
Misterios Dolorosos (martes y viernes)
1. La Oración de Nuestro Señor en el Huerto de Getsemaní.
2. La Flagelación del Señor.
3. La Coronación de espinas.
4. El Camino del Monte Calvario cargando la Cruz.
5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.
Al final de todo el Rosario meditamos diciendo:
Este Santo Rosario lo ofrecemos, junto a nuestra Madre María Santísima al Padre del cielo, por Jesucristo nuestro Señor y en unidad con el Espíritu Santo, para que sea revelada la cura del cáncer y para que________________ (nombre la persona enferma) pueda sanrse. Te lo pedimos con humildad y con la confianza de que honraras nuestra Fe.
Gracias Padre, por escucharnos, Bendito y Alabado sea tu nombre.
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